Era último día que pasábamos en Mae Sot y, como siempre, íbamos corriendo. Les prometimos a los chicos que les haríamos entrega de un diploma en conjunto con las cámaras y su certificado de donación, la orla y los trabajos que han realizado en el curso. Se quedaron super-contentos con sus paquetes, los frutos de estos casi 6 meses de curso estaban ahí dentro.
Ya sería casi la tercera vez que nos despedíamos, pero aún calló alguna lagrimilla. Aung Thu Hein lloroso diciendo «nunca os olvidaré teachers…» demoledor.
Y es que no se puede evitar pensar aquello de «¿Nos volveremos a ver?» fácilmente no, pero sin duda, ni ellos ni nosotros olvidaremos nunca esos 6 meses en los que 2 locos acabaron convirtiendo un experimento fotográfico en una increíble realidad. Y cómo no podía ser de otra manera, nos despedimos con un esperanzador «see you tomorrow, guys!!!!» (Never knows!)
P.D. Y cuando estábamos llegando a la estación, de la mano de Javier García (Colabora Birmania) intentando cerrar la maleta por el camino, que aquello parecía un «kebab esparramao», nos giramos y allí aparecen. Todos los chicos con su sonrisa puesta dispuestos a un último adios… que se vio truncado por el «recolocamiento» del kebab, la pérdida del autobús… nos invadía la risa nerviosa y la emoción de verles dispuestos y con la cámara en la mano hasta el último momento. ¿Moraleja? hemos aprendido mucho pero seguimos siendo tan desastres cómo el primer día. ¡Hay cosas que no tienen por qué cambiar!