Clases

Clase XXXII: Rematamos luces

¿Qué tal los homework? -Difíciles teacher– Nos dicen al llegar a clase. Cada vez entienden más lo complicado que es hacer buenas fotos y conseguir manejar la luz. Antes de comenzar nos escribieron en la pizarra las dificultades que habían encontrado al hacer el ejercicio de copiar iluminaciones: El color, la iluminación del pelo, la iluminación de los hombros del modelo, del agua… Eran unas cuántas.
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Clase XLIII: Visionando

Para empezar la semana relajados vimos un montón de fotos que quedaban por revisar. Campo, evento, construcciones… ¡Quedamos impresionados! Después de un duro fin de semana de trabajo variado, los chicos se merecen nuestra más sincera enhorabuena.
Están bastante ocupados rematando el edificio de la escuela Champion’s school y el «cole» nos pidió que los chicos cubrieran el proceso de construcción. La verdad que da gusto ver lo rápido que cogen las cámaras aún cuándo están hasta arriba de barro y muertos de cansancio.

Clase XXX: Disparando las acciones para la orla ¡Qué pavo que tienen!

Llegó el día del shooting para la orla. Tenían que pensar y/o rematar la acción que fueran a ejecutar con su compañero.
¡Qué pavazo que tienen! Tuvimos que rehacer una pareja porque Sai Lyan Kyan ha tenido que volver a Birmania. Con lo cual  Aung Kyaw Sint y Phoo Pwint Han harían una nueva. Ya entre los birmano el tema «chico-chica»… no lo llevan bien pero en este colegio y con estas edades… peor aún. Que si me toca, que si no quiero, que si me pega… así que aprovechamos ese enfrentamiento para jugar en la acción.
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Clase XXVIII: Comentando la jugada

Hoy sí que sonaba fuerte el «Minlaba» matutino. Teníamos unas ganas terribles de ver las fotos de la sesión en el Chicken School.  Ayer no pudimos más que repasarlas por encima en las cámaras y nosotros hicimos poco más que descargarlas al ordenador, así que había mucha ilusión y ganas en el ambiente. Conectamos la tele y grupo por grupo disfrutamos de la sesión. Comentamos algún fallico… pero poca cosa, se merecen una enhorabuena como una catedral por el trabajo en grupo, y por el individual.
Aplausos finales y comentamos nuestras favoritas, nuestro mejor momento durante el día, problemas y explicaciones… Lo típico con el equipo tras una larga e intensa jornada como la de ayer.
Sonrisas y risas por doquier, ha sido una gran semana y tenemos la batería más que cargada. Esto nos sube a todos un escalón más arriba. Ahora estamos maquetando el calendario y retocando un poquito las fotos (poco, la verdad que no necesitan mucho). En unos pocos días, lo tendremos terminado. De momento, aquí está el making off
Estamos en el camino.

Clase XXVII: El día de la sesión en el Chicken School

Empezamos pronto. Nos montamos en la pick up del STTC y a las 9:00 llegamos al Chicken School. Nos encontramos a todos los niños en formación preparados para ser pintados con una energía bárbara. Contamos con la ayuda de seis personas extra para pintar y poder comunicarnos: Cristina, Francis, Sara, Marc, Piu Piu y Nupha fueron de grandísima ayuda.
Les habíamos advertido a nuestros estudiantes que trabajar con niños es muy difícil, se suele tener menos de media hora para trabajar con ellos porque se cansan rápido. Comprobamos que eso sucede en España, pero no cuando trabajas con niños birmanos, tienen una paciencia infinita.
Distribuimos a dos equipos de trabajo en dos habitaciones, en una se trabajaba con flashes y en otra con luz continua. El tercer grupo se encargaría de hacer el making off, ayudar con el maquillaje y retratar a cada uno de los chicos pintados con un fondo de pizarra con letras birmanas.
Los mejores fotógrafos del curso tienen están picados por ver quién consigue saca la mejor foto. El grupo de las chicas y el de los chicos se esfuerzan por conseguir fotos cada cual más espectaculares y con una técnica depurada. Eso nos favorece para subir el nivel de todo el grupo porque cada uno de ellos arrastra al resto.
Hasta la hora de comer habíamos realizado nueve fotos de las 12 estipuladas. Nuestros estudiantes estaban cansados pero muy felices. Cuando se puso la comida en la mesa se produjo un silencio sepulcral. Eran ya la una y media, una hora tardía para lo que ellos están acostumbrados.
Los niños de la Chicken Scool les tocaba siesta, así que al finalizar la comida preparamos las fotos que nos quedaban y esperamos a que se levantaran de la siesta.
Estabamos todos muy cansados, pero no hubo ni una queja. La ilusión por conseguir acabar el calendario nos sacaba fuerzas de donde fuera. En una hora y media habíamos terminado y los niños ya se preparaban para volver a sus casas.
Recogimos todo, nos despedimos de los chicos y vino la pick up para llevarnos de vuelta al STTC. La sonrisa no les (y nos) cabía en la cara, fue, UN GRAN DÍA.

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Clase XXVI: Los chicos vienen con las pilas puestas

Hemos aprendido a conocer como están los estudiantes por la energía que le ponen al saludo inicial que marca el inicio de cada clase, el miércoles vinieron a tope porque nos regalaron un sonoro Minlaba Siasamá!!!! (hola profesores!!!). Se nota que afrontan con ganas su primer pedido.
Este miércoles teníamos muchas tareas antes de ir a clase. Hemos pensado las fotos finales,  ido a la imprenta para conocer el formato del calendario y fuimos al mercado a comprar la tanaka y accesorios.
Marc, el responsable de comunicación de la ONG Colabora Birmania, vino a clase y notamos un cambio en los estudiantes. Sabían que era el cliente y se notó. Al comenzar, les explicamos las fotos y preparamos los dos sets, uno para luz continúa y otro para flashes. La iluminación será dos contraluces que darán la luz principal y un rebote de luz o un flash auxiliar delante para compensar las sombras, depende de la fotografía retocaremos.
Los hemos dividido en tres grupos de cinco personas y repartimos las tareas que cada estudiante tendrá en la sesión. Después de estos tres meses tenemos calados a todos los chicos, todos desempeñan un papel muy importante para el buen funcionamiento de las clases pero cada uno es bueno en una función diferente.
Por eso los estudiantes que más han trabajado en clase y que más aptitudes han mostrado con la cámara serán los fotógrafos (Aung Thu Hein en un grupo, Moe San en otro y Lao/Joseph en otro). Los que tienen más sensibilidad les hemos asignado el papel de asistente y estilista (Myint Lwin, Khaine San/Phu Pwint y Lao/Joseph). Y los más obreros prepararán el set (Sain Moon, Eh Moo, La Ler To, Sai Lyan Kyan, Aung Kyaw Sint, Zin Win Thu) aguantarán los focos, y cuidarán a los niños de la Chicken School. Hicimos hincapié en la importancia que tienen todos y cada uno de los componentes del grupo para llevar a buen puerto el encargo. Nadie es más ni menos que nadie.
Una vez distribuidos los roles hemos practicado alguna de las fotografías que tenemos pensadas para el jueves.
Sólo tenemos dos días para prepararlo y vamos justos de tiempo. Ellos lo han entendido y se han centrado muchísimo, tenemos buenas vibraciones. Mañana será el gran día ¡Qué nervioss!!


 

Clase XXV: Nuestro primer cliente

La ONG Colabora Birmania, nos ha pedido un calendario del nuevo año. Cada práctica que proponemos (o que nos proponen) tiene como función fijar diferentes conocimientos, y en este caso, el objetivo es iluminación, que sientan el ritmo de un shooting y cómo se gestiona el pedido de un cliente.
La propuesta que hacemos para el calendario es contar el proceso de la tanaka, el maquillaje tradicional que utilizan los birmanos desde hace cientos de años, pero de una forma diferente. Jugaremos con los elementos que locomponen y el origen del maquillaje: El árbol del que proviene, el rallador, el polvo que se obtiene, el agua con el que se mezcla, la especie de barro que se forma… Las fotos se realizaran en la Chicken School, una guardería que mantiene Colabora Birmania y donde hay matriculados 95 niños… que son una pasada.
Hemos practicado diferentes iluminaciones para decidir la que nos quedaremos. Mañana, haremos alguna foto más concreta. La cosa, desde hoy, no pinta nada mal 😉

Clase XXXVIII: Nuevo examen. Aprobados y con dos matrículas de honor

El post examen nos dejó una gran sensación de bajón. Media clase suspendida… nos cuestionamos que habíamos hecho mal para que algunos conceptos no les entraran en la cabeza. Nos pasamos el resto de esa semana corrigiendo la prueba, fijando conceptos y realizando juegos para que entre dos grupos se hicieran entre ellos pruebas de examen. Este lunes era la revancha, para ellos y para nosotros.
Llegamos y estaban todos formados, listos para arrojar conocimientos por doquier. Rebajamos la vigilancia para que ellos no se sintieran presionados y así dejar un margen para ver aflorar a los pillos y tramposos, a la par que listos. Y el viejo arte de copiar surgió de inmediato. Suponemos que Sain Moon, el más vagote y tramposo le diría a Phoo Pwin, dime la 14 y yo te pasó la 7 que me la pasó Khaine San, que se la dio….
Conclusiones:
– En la clase hay dos estudiantes que destacan por encima del resto descaradamente.
Sai Ngin Lao, capaz de aprender toda la técnica al momento, carece de una sensibilidad innata pero, la esta buscando y puede llegar a donde se proponga.
Aung Thu Hein, lleva la técnica sobrada y eso que estuvo mucho tiempo sin venir por una enfermedad. Tiene intuición, sensibilidad y es granuja. Características que por lo general, nosotros agradecemos en nuestros alumnos birmanos.
– Han aprendido de los manejos de casi todo, pero flojean en profundidad de campo.
– Saben a quién elegir para copiar, eso nos arroja muchos datos sobre su personalidad. Solo a un par le salvaron las malas artes.
– Cuando llega la parte práctica, se lucen todos exceptuando el tándem Aung Kyan Sin y Phoo Pwin, que se siguen llevando a matar.
Ahora comprendemos la sensación de alegría que pueden tener los profesores al comprobar que sus alumnos aprendieron la lección.