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Lah tiene 30 años y reside actualmente en Mae Sot. En 1997, con tan solo 15 años, tuvo que huir a través de la jungla junto con otras personas de su aldea en el estado Karen al este de Birmania. Creció en una aldea típica Karen con sus padres y su hermana pequeña. […] «De pequeño solía oír los disparos y el fuego de mortero en poblaciones vecinas, aunque me parecía que aún estaban lejos, aunque nos decían que todos teníamos que estar alerta, nunca sabíamos si llegarían hasta nuestra aldea […]»

«¿Sabes por qué nunca quiero usar un paraguas cuando llueve? Es porque de pequeño, solía jugar con mi hermana bajo la lluvia. Ahora cuando llueve siempre pienso en ella.»

Lah había escuchado historias brutales sobre la manera en que el ejército Tatmadaw usaba a niños y ancianos en sus combates contra los Karen. Era por todos conocido el hecho de que si en una zona determinada había peligro de estar sembrada con minas antipersona, los ancianos eran estratégicamente colocados delante de los soldados exponiéndoles a ellos en vez de a los soldados.
El ataque de los Tatmadaw llegó un día en que la madre de Lah estaba trabajando en los arrozales junto con otras mujeres de la aldea, les dispararon a todas, la aldea entera fue atacada y destruida por completo […] Tras el ataque, Lah y otros aldeanos deambularon por la selva durante un largo mes hasta llegar a la frontera de Tailandia. «Todos queríamos huir porque quedarse significaba morir. Durante ese mes tuvimos muchas dificultades, no teníamos arroz suficiente y tampoco podíamos cocinarlo, así que comíamos arroz crudo, cociéndolo un poco con el calor del sol […] Cuando finalmente llegamos a la frontera los soldados tailandeses no nos recibieron a disparos como los Tatmadaw y nos ayudaron a llegar al campo de refugiados de Nu Po al sur de Mae Sot y muy cerca de la población de Umpang. Tras registrarnos como refugiados, se nos asignó una pequeña parcela donde pudimos construir una vivienda hecha de bambú y hojas de banano como techo. […] »

«Los soldados birmanos vestían de verde; por eso ahora detesto ese color.»

Sé que mi madre está muerta, pero durante todos estos años no he podido dejar de buscar a mi hermana y a mi padre, preguntando a todo el mundo y comprobando las listas de refugiados de todos los 9 campos de refugiados que hay en Tailandia. En 15 años no he conseguido averiguar dónde están, tal vez nunca los encuentre, tal vez no hayan sobrevivido al éxodo de la selva, mucha gente murió de malaria y otras enfermedades mientras la cruzaban, solo espero poder encontrarlos algún día.»
Lah Moon (Refugiado de la etnia Karen)
Como Lah, hay más de 160.000 birmanos hacinados en los 9 campos de refugiados asentados a lo largo de la frontera tailandesa.​ Ayúdanos a que ellos, puedan contar su propia historia.

Nota de Colabora Birmania: Recientemente hemos sabido que el padre de Lah murió hace unas 3 semanas en la prisión birmana de Thar Tawade, donde fue ingresado hace unos años por formar parte del ejército de la guerrilla Karen que lucha contra el ejército birmano desde hace más de 50 años.
Artículo y fotografía de Javier García (Colabora Birmania). Puedes ver la historia completa en: http://lavozsolidaria.org/index.php?post/2013/04/09/%C2%BFPor-que-destruisteis-mi-aldea

A 10 minutos de Lombok existen tres perlas blancas rodeadas de coral, son las turísticas islas Gili. Allí vive y trabaja alquilando bungalows a pie de playa, un indonesio llamado Madune. Desborda sensibilidad y quietud.
Nos ayudó a realizar una foto aprovechando sus conocimientos de yoga y le invitamos a que nos explicara un día cualquiera de su vida en fotos.
Este es el resultado.

En nuestra visita al centro de formación, comprobamos que los adolescentes son muy hábiles trabajando la fontanería.
Esto nos llevó a decidir que la mejor manera para enseñarles fotografía era aprovechando sus conocimientos ya adquiridos en talleres anteriores.
¿Como lo haremos?
Explicaremos el principio de la cámara oscura haciendo un simil entre el AGUA y la LUZ para que este concepto no les sea tan abstracto.
¿Qué necesitamos?
– Tres vasos de agua
– Tres botellas
– Un reloj

Abuba vive en el sur de Senegal. Tiene 8 años. Su padre trabaja en Dakar y vive con su madre y sus tíos en un campament de su familia en Abené, un pueblo de región de Casamance. Llegamos allí por la mañana… http://www.verkami.com/projects/5360-tanaka-project/blog/7885-experiencias-con-la-camara-la-pequena-esponja-negra

Practicar aquello del granito de arena. El micromecenazgo (crowdfunding) es la manera colectiva de coseguir que proyectos en los que uno cree, puedan salir adelante con ayuda de gente de a pie que se convierte en pequeños mecenas. Se comunica una idea, se aportan pequeñas cantidades de dinero para apoyarlo y a cambio se obtiene una recompensa relacionada con éste. Una frase muy manida, pero que se cumple al 100% en este caso, con poco se puede hacer mucho.

¡¡Verkami aceptó nuestro proyecto y ya tenemos las primeras donaciones!!
www.verkami.com/projects/5360-tanaka-project
Desde 10€ podéis llevaros un gran recuerdo del proyecto y colaborar tanto en la ejecución, como la exposición que haremos para difundir su historia, a través de las imágenes de los chicos y de nuestra experiencia con ellos.
Clicad, pasad ¡Y Colaborad!

La capital tailandesa fue nombrada capital del libro 2013 por La UNESCO. El tema seleccionado para el Bangkok Capital Mundial del Libro 2013 es «Bangkok, leer, fuente de vida» – una frase que captura la esencia y la importancia de la lectura para inspirar a los ciudadanos tailandeses a usar los libros para mejorar su calidad de vida. Podéis encontrar más info en la página oficial www.bangkokworldbookcapital2013.com

Nosotros nos paseamos por los preparativos del evento al que acudieron ministros y escritores de renombre. Nos quedamos con la identidad, sus aplicaciones y el resultado de las actividades que organizaron para los ninyos a lo largo del día. Mucho arte!!

Compartimos muy buenos momentos en un pequeño pueblo de Pescadores en Tailandia. En el porche de una casa nos encontramos con unos chicos birmanos que hacían un cartel para una de las tiendas de allí. Una a una dibujaban las letras con una plantilla tipo compás y un lapicero; después repasaban y pintaban en blanco. Total Old School. ¡Se nos caía la lagrimilla de la emoción!

 

Coincidimos con los carnavales en Krabi, una región costera del sur de Tailandia bastante tocada por el turismo. Sin mucho seguimiento pero con gran entusiasmo, pequeñas comparsas intergeneracionales salieron a la calle para divertirse, exhibirse y protestar. La temática, los clásicos de esta festividad: religión, política, cultura, entretenimiento y demanda social. No pudimos por menos que hacer una analogía entre nuestra manera y la suya de tratar estos temas comunes. Exceptuando las populares majorettes y travestis cargadas de plumas que traspasan fronteras, los tailandeses, a diferencia de nosotros, aprovechan para denunciar el consumo del alcohol y tabaco en estas fiestas; mostrar el orgullo y admiración que tienen hacia una cultura y un rey que nosotros aprovechamos para ridiculizar; y apoyar fervientemente la integración entre las distintas religiones que en España solemos rechazar o ignorar. Todo esto con un enorme respeto, buen humor y sonrisas. La enseñanza, que revindicar no es sinónimo de quejarse.