En la clase de ayer repasamos los deberes que teníamos pendientes sobre el encuadre y las primeras prácticas de obturación y diafragma.
Los tipos de plano quedan perfectamente claros aunque Phoo Pwin, una de nuestras chicas, andaba un poco nerviosa y nos trajo una fantástica chuleta pintada en la mano. Fue muy divertido «cazarla», ella se sonrojó un poco al mismo tiempo que todos soltamos una gran carcajada. Le quitamos hierro al asunto dejando claro que no era un examen y que han de entender que el hecho de equivocarse hará que todos aprendamos más.
Por otro lado nos quedamos intrigados. Sain Moon, está enamorado, pero no sabemos de quién. Si os pasáis por su galería, veréis un video cantando (una de sus pasiones) y fotografías con corazones que lo delatan. Sólo nos han chivado que es mayor que ella, el resto, lo «parlotearon» en birmano y no nos enteramos de nada.
Después repasamos las prácticas de pintar con luz que les pedimos para casa. Solamente parte de los chicos pudieron hacerlo, porque las chicas tuvieron que cocinar para otro centro. Pero nos sorprendimos, y mucho. Nos cuentan una historia y mejoran la técnica. Recordaban los valores f/v que habían utilizado y comprendían perfectamente cuando les corregíamos cómo mejorarlo. Eso sí hubo pique. Las chicas dijeron que podían hacerlo mucho mejor que ellos, así que practicamos un poco más en clase y les dimos la oportunidad de demostrarlo haciéndolo en «casa» para verlo el próximo día. Ganas y buen hacer, no les falta desde luego.
Les sigue costando conjugarlo todo, conservar buen encuadre, a la vez que miden la luz y cuentan algo en la foto, pero es más que normal y lo mejor, es que se dan siempre cuenta de los fallos que tienen cuando se los muestras.
La moraleja que sacamos de esta clase, chuletas, amores platónicos, piques… hay cosas en la adolescencia, que son universales.