Llegó el día del shooting para la orla. Tenían que pensar y/o rematar la acción que fueran a ejecutar con su compañero.
¡Qué pavazo que tienen! Tuvimos que rehacer una pareja porque Sai Lyan Kyan ha tenido que volver a Birmania. Con lo cual Aung Kyaw Sint y Phoo Pwint Han harían una nueva. Ya entre los birmano el tema «chico-chica»… no lo llevan bien pero en este colegio y con estas edades… peor aún. Que si me toca, que si no quiero, que si me pega… así que aprovechamos ese enfrentamiento para jugar en la acción.
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Clase XXIX: Esta semana, la orla de clase
Desde que comenzamos el curso la orla era uno de los proyectos que más nos apetecía. Es una de las recompensas de nuestro crowdfunding y un recuerdo obligado para todos.
Clase XXVIII: Comentando la jugada
Hoy sí que sonaba fuerte el «Minlaba» matutino. Teníamos unas ganas terribles de ver las fotos de la sesión en el Chicken School. Ayer no pudimos más que repasarlas por encima en las cámaras y nosotros hicimos poco más que descargarlas al ordenador, así que había mucha ilusión y ganas en el ambiente. Conectamos la tele y grupo por grupo disfrutamos de la sesión. Comentamos algún fallico… pero poca cosa, se merecen una enhorabuena como una catedral por el trabajo en grupo, y por el individual.
Aplausos finales y comentamos nuestras favoritas, nuestro mejor momento durante el día, problemas y explicaciones… Lo típico con el equipo tras una larga e intensa jornada como la de ayer.
Sonrisas y risas por doquier, ha sido una gran semana y tenemos la batería más que cargada. Esto nos sube a todos un escalón más arriba. Ahora estamos maquetando el calendario y retocando un poquito las fotos (poco, la verdad que no necesitan mucho). En unos pocos días, lo tendremos terminado. De momento, aquí está el making off
Estamos en el camino.
Empezamos pronto. Nos montamos en la pick up del STTC y a las 9:00 llegamos al Chicken School. Nos encontramos a todos los niños en formación preparados para ser pintados con una energía bárbara. Contamos con la ayuda de seis personas extra para pintar y poder comunicarnos: Cristina, Francis, Sara, Marc, Piu Piu y Nupha fueron de grandísima ayuda.
Les habíamos advertido a nuestros estudiantes que trabajar con niños es muy difícil, se suele tener menos de media hora para trabajar con ellos porque se cansan rápido. Comprobamos que eso sucede en España, pero no cuando trabajas con niños birmanos, tienen una paciencia infinita.
Distribuimos a dos equipos de trabajo en dos habitaciones, en una se trabajaba con flashes y en otra con luz continua. El tercer grupo se encargaría de hacer el making off, ayudar con el maquillaje y retratar a cada uno de los chicos pintados con un fondo de pizarra con letras birmanas.
Los mejores fotógrafos del curso tienen están picados por ver quién consigue saca la mejor foto. El grupo de las chicas y el de los chicos se esfuerzan por conseguir fotos cada cual más espectaculares y con una técnica depurada. Eso nos favorece para subir el nivel de todo el grupo porque cada uno de ellos arrastra al resto.
Hasta la hora de comer habíamos realizado nueve fotos de las 12 estipuladas. Nuestros estudiantes estaban cansados pero muy felices. Cuando se puso la comida en la mesa se produjo un silencio sepulcral. Eran ya la una y media, una hora tardía para lo que ellos están acostumbrados.
Los niños de la Chicken Scool les tocaba siesta, así que al finalizar la comida preparamos las fotos que nos quedaban y esperamos a que se levantaran de la siesta.
Estabamos todos muy cansados, pero no hubo ni una queja. La ilusión por conseguir acabar el calendario nos sacaba fuerzas de donde fuera. En una hora y media habíamos terminado y los niños ya se preparaban para volver a sus casas.
Recogimos todo, nos despedimos de los chicos y vino la pick up para llevarnos de vuelta al STTC. La sonrisa no les (y nos) cabía en la cara, fue, UN GRAN DÍA.
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